jueves, 17 de mayo de 2012

Jardines vericales Vs Asfalto

En cada vez más ciudades del planeta, jardines verticales y techos verdes en las fachadas y terrazas de construcciones ponen de relieve la urgencia de ganar espacio al cemento y utilizar superficies infrautilizadas a fin de convertir la vida urbana, una alternativa sostenible y ecológica.
E país alemán fue pionero en El continente europeo y en Latinoamérica lo fueron Brasil y México, en esta zona el movimiento recibió el nombre de "naturación urbana". Por su parte en Argentina, fue en Rosario y en Buenos Aires donde se experimentó primero.

Según la agrónoma Emiliana Sánchez las superficies verticales, así como los techos, no son espacios habituales para las plantas, sin embargo brindan una excepcional oportunidad para poder colocar naturaleza dentro de las capitales. La concepto se fortaleció en IncUBAgro, un espacio de la Facultad de la FAUBA.

En ese momento se aprobó el proyecto por su carácter innovador, A pesar de que, en ciudades de Europa y América,  la predisposición ya existía.

Para los impulsores de naturación urbana no es necesario irse lejos de la edificación para estar conectado con la naturaleza y el aire puro sólo hay que subir a la terraza. Según Emiliana Sánchez, dedicada a a difundir la "naturación urbana" por Buenos Aires proponen una edificación sostenible, amable con el medio.

InaWasi (casa silvestre), es como se llama al proyecto, que persigue mejorar la calidad de vida de los individuos.

Tanto los jardines verticales como los techos verdes posibilitan disminuir las temperaturas del edificio durante el verano, y permiten reducir el gasto eléctrico y las emisiones de efecto invernadero.
Emiliana Sánchez dijo además que retrasan el escurrimiento del agua de las precipitaciones y aumentan la calidad del aire que respiramos.

En países entre los que están Bélgica, Alemania o Canadá estas experiencias que avanzan ante otros espacios yendo más allá de los que normalmente se reservan para la naturaleza de la ciudad.
Sánchez explicó que La meta es perfeccionar la calidad de vida tanto de personas como de animales y reconciliar al cemento con el medio ambiente.